Esta historia comenzará cuando el libro se hallaba en su primer capítulo “La Oscuridad”; es decir, la humanidad o lo que quedaba de ella por distintas causas, produciría, que hombres y mujeres debieran vagar por este mundo en la más completa oscuridad. Desde luego, que aunque el periodo nunca se pudo calcular, no fue mayor a seis meses o quizás a un año como máximo; donde los sobrevivientes tuvieron que caminar muy lentamente tratando de esquivar o ubicar los obstáculos para no tropezar con ellos a cada rato, o sortear los viejos edificios en ruinas que se le cruzaban en el camino.
Pero la pregunta que todos nos hacemos, es como se podría visualizar un objeto en medio de la oscuridad o en la noche más cerrada. Prácticamente no existe nada que llegue a poder ser visto ni de lejos, ni de cerca y que a su vez, los sobrevivientes pudieran observarlo o distinguirlo. Pero como escritor, tenía que encontrar una solución a este problema. Algo tendría que existir, que sin recibir ningún reflejo de luz la emitiera por sí mismo. Esto se había convertido en todo un desafío; hasta que finalmente llego la idea y esta vino en forma de un caballo o de varios caballos blancos, que podrían ser vistos a la distancia, sin necesidad de ninguna luz o de determinados reflejos, para que estos animales, por si mismos pudieron transmitirla.
El desafío parecía imposible de resolver, hasta que surgió la idea de un caballo blanco o varios caballos blancos galopando en medio de la oscuridad. Fue entonces cuando pareció que habíamos encontrado la solución al problema.
Pero al investigar un poco más, se pondría en juego el pensamiento de Étienne Jules Marey, en una antigua técnica fotográfica de la era victoriana, que imprimiría el movimiento en varios frames (Frame es un fotograma). Básicamente se trataba de un antecedente de lo que sería luego la cinematografía; que tomaría una imagen repetida de un caballo blanco y este en su galope produciría una luz propia multiplicada, por la repetición de los frames o sea, de los animales al galopar. Lógicamente esto es todo un desafío a la oscuridad, que puede ser visto a varios kilómetros de distancia.
Desde luego, que parecía ser la solución al problema, pero luego de una investigación exhaustiva, aparecerá no ya como una respuesta técnica, sino sentando las bases de una leyenda mapuche, que cuenta el infortunio de los caballos blancos y los perros negros (Trewa), y que obviamente está relacionada con el fin del mundo. Según la leyenda, Nguenechén afirmó: “hay muchos secretos que el hombre no debe aprender para no desordenar su vida”. Por eso mismo, les otorgo a los caballos blancos y a los perros negros, el lenguaje para que nadie los entendiera jamás.
Pero la visión de los muertos, que estos animales veían, hacía que ellos lloraran amargamente todas las noches. Hasta que un día el viejo Leuque-Leuque amenazo a su caballo blanco para que le contara la verdad, sobre las lagañas que él le notaba todas las mañanas. Por supuesto, que el caballo le dijo la verdad y desde ese momento todos los caballos quedaron malditos, no así los perros que guardaron silencio.
Luego descubrí, que esta leyenda no era lo único que nos acercaba al fin del mundo; ya que los mapuches en su sabiduría habían llamado al periodo de la oscuridad la “gran noche”; mientras castigaban a los guerreros que habían combatido en muchas guerras, a morir todos los días en una batalla eterna, que comenzaba al alba y terminaba al final de la noche.
Es decir, por extraño que parezca, no siempre somos dueños de la verdad o de toda la verdad; solo disponemos de una pequeña parte de la misma. Vagamos por este mundo, viendo cosas extrañas o figuras difusas de nuestra humanidad o de otras civilizaciones, que alcanzaron periodos más profundos de entendimiento y comprensión sobre nuestro futuro, o sobre la decadencia del mismo.
La cuestión no es adivinar o proyectar ideas que pudieran tener o no incidencia en el futuro. Las cosas que van a ocurrir, lo van hacer aunque nosotros tal vez no las veamos. Esa tendencia a autodestruirse que tiene el hombre, es lo que algún día terminará con la humanidad.